Tú también puedes hacer parte del cambio. Conoce cómo puedes aportar a la sostenibilidad ambiental sin dejar de movilizarte en tu carro favorito. En Localiza te contamos.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que la contaminación del aire exterior es causante de aproximadamente 4.2 millones de muertes anualmente, lo que quiere decir que una de cada 20 muertes se encuentra asociada a las malas condiciones de este elemento vital, a las que estamos expuestos en las grandes ciudades.
Uno de los principales contribuyentes de la contaminación del aire son los carros de transporte particular que, para su funcionamiento, requieren quemar un combustible (gasolina o diésel) para obtener energía mecánica y movilizarse. Debido a este funcionamiento, los carros a combustión interna contaminan al medio ambiente de dos formas:
Entre los gases que salen por el tubo de escape podemos encontrar principalmente contaminantes del medio ambiente como son el dióxido de carbono o CO2 (que es el gas de efecto invernadero más común), monóxido de carbono, óxido nitroso, metano (entre 22 y 30 veces más contaminante que el dióxido de carbono), hidrofluorocarbonos (provocados por fugas en los aires acondicionados principalmente), entre otros.
Las emisiones de estos últimos gases son pequeñas en comparación con el CO2, sin embargo, el impacto de estas puede ser importante porque tienen un potencial de calentamiento global (GWP) mayor que el CO2.
Esto sin contar con que, en la actualidad, cerca del 80 % de las enfermedades pulmonares tienen directa relación con altos niveles de contaminación por carros.
Además de estos, también se expulsan gases altamente nocivos para la salud de las personas como bencenos, material particulado (PM5 o PM10) y monóxido de carbono, el cual, en altas cantidades, puede llegar a causar la muerte.
Se estima que hay alrededor de 1.100 millones de carros en el mundo. Y un solo carro particular produce aproximadamente 4,6 toneladas de dióxido de carbono al año, cifra que puede variar según la eficiencia del carro, el combustible utilizado y la distancia recorrida en este periodo.
Pese a lo anterior, existen formas de reducir estas emisiones con distintas prácticas. ¡Aquí te contamos!
La intención será siempre la de usar, en la medida de lo posible, el carro con el menor consumo de combustible por kilómetro recorrido. Utilizar menos combustible significa producir menos subproductos nocivos de la combustión.
Actualmente hay disponibles en el mercado carros eléctricos e híbridos que permiten reducir considerablemente las emisiones del uso de combustible como el Suzuki Híbrido que te da hasta 73 kilómetros de rendimiento por galón.
Pero… ¿Cómo ayuda el alquiler de carros al medio ambiente?
Según un estudio realizado en Reino Unido a inicios de la década pasada, los carros de las agencias de alquiler tienen alrededor de un 12 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero que los carros particulares del país.
Esto se debe principalmente a que las empresas de alquiler cumplen con muchas de las recomendaciones anteriormente mencionadas, específicamente, cuentan con carros relativamente nuevos, con altas eficiencias de consumo de combustible y con planes de mantenimiento estrictos, que hacen que se mantenga esa eficiencia en el tiempo.
Por ejemplo, en algunos países, se requiere que se revisen frenos, llantas, aceite y el agua antes de cada nuevo alquiler (BVRLA Code of Conduct).
Además, debido a diferentes políticas de compromiso ambiental de los gobiernos y empresas, se tienen disponible para alquiler carros con bajas emisiones de partículas PM10 y óxido nitroso (Euro 5 o superior).
Otro punto importante a destacar de los carros de alquiler es que tienen mayores porcentajes de uso, llegando incluso a estar utilizados cerca del 70 y el 80 % del tiempo.
Esto se traduce en menor espacio de parqueaderos necesarios (reducción de emisiones debido a construcciones) y menor número de carros producidos.
Así que esta alternativa de alquiler de carros sostenibles, además de ser ágil, segura y a la medida, reduce gastos y costos fijos, y es amigable con el medio ambiente, acción que repercute en una mayor competitividad, pero, sin duda, en una mejora de la calidad de vida de la humanidad.
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